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Descripción

INTRODUCCION

Estas son charlas con Aurelio Ortiz Huaricallo, kallawaya, medico tradicional ritualista nativo, entre su gente.  Agricultor también, habitante de las tierras del valle intermedio entre el altiplano y el trópico, en la provincia de Bautista Saavedra, norte de Bolivia, límite con Perú. Comunidad de Lunlaya, próxima a Charazani. Habla perfectamente el castellano, con la cadencia tranquila de todos los pueblos pequeños y casi aislados.

Él vive con Faustina Ramos, su esposa. La llaman Justina, porque los quechua-hablantes no pueden pronunciar la “F”, y usan la “J”. Todo el mundo en su pueblo, la llama Justina. Y Aurelio se entero que su nombre real es Faustina al momento de presentar la libreta civil al cura, cuando se casaron. Aurelio tuvo que bautizarse antes de casarse por la Iglesia. A sus 22 años, se bautizó, porque hasta entonces los

kallawayas no admitían el bautismo por Iglesia. Han tenido 5 hijos, quienes ya no viven en la casa familiar, de hecho, el más joven está haciendo el servicio militar, cerca de la capital nacional, La Paz. Viven en la propiedad comunitaria del ayllu, donde tienen sus tierras y casas heredadas ancestralmente.

En lo político, él ha sido máxima autoridad de todos los ayllus kallawaya (más de 70 comunidades) hacia el año 2001. Comenzó en su ayllu con cargos pequeños, cumpliendo el ùltimo cargo de nombre Warayuu. Luego, siguió, fue llevado como candidato para manejar 10 ayllus, Sullk’a Mallku, siendo elegido por un período de 2 años.

Aurelio escribía las actas de la gestión comunitaria, porque los miembros de la comunidad no sabían escribir. Afortunadamente, Aurelio había concurrido al bachillerato, sabía leer y escribir castellano. Además, se formó en Derecho Indígena en la Universidad de Cochabamba, una educación alternativa por entonces, casi clandestina, con todo lo que implicaba eso en los tempranos años de la década del 80, con Bolivia bajo dictadura militar, en un contexto internacional de Guerra Fría, y de movimientos revolucionarios.

Su experiencia de gestión comunitaria, le permitió entender la falta de alma, de ajayu, en los propios representantes de los ayllus, de las comunidades en ese entonces. Impulsor a nivel comunitario de la autogestión comunitaria, tuvo que lidiar con las visiones liberales en pugna por esa época, en los propios ayllus.

Hoy cuenta con 55 años. Yo llego exactamente el día de su cumpleaños, 30 de abril del 2023, a su casa, a preguntarle si quiere darle forma a un libro donde se hable de la planta sagrada Wachuma, y de todos los porques de lo sagrado en la cultura kallawaya.

Afortunadamente, ha dicho que sí. “Nuestras manos elaboraran esos párrafos”.